Hemos aprendido a trabajar desde casa, a veces con grandes sacrificios, pero ciertamente no podemos sacrificar nuestra salud. Por eso escribimos estas líneas: porque estar en las mejores condiciones físicas para trabajar puede ahorrarnos visitas al médico, exámenes de especialistas y muchas otras pruebas de resistencia que haríamos (con razón) si no nos la hacemos.
No es solo “ir a la mina” lo que puede darnos sorpresas desagradables para la espalda: esta también se puede «romper» si se pasa demasiado tiempo frente a la computadora sin las precauciones adecuadas. Veamos ahora por qué una silla ergonómica es tan importante para nuestra salud, y a lo que debemos prestar atención.
El respaldo: el punto fundamental
Una buena silla ergonómica, que no nos haga maldecir a los santos al final de la jornada laboral por el dolor de espalda, tiene una cualidad fundamental: una respaldo ergonómico. ¿Y de qué estamos hablando cuando hablamos de «respaldo ergonómica»? De una conformación particular de este objeto, diseñado para asegurar que nuestra columna se mantenga en una posición correcta durante el tiempo que dure nuestra «estancia» en la silla en cuestión.
Así que presta atención a los soportes: uno para la zona lumbar y otro para la zona cervical. Sí, porque estas son las dos áreas más importantes. Son las más afectadas por la posición incorrecta mantenida durante mucho tiempo. No es una coincidencia que estas sean las áreas que primero comienzan a doler, por lo que aquí una silla ergonómica debe cuidar ante todo las vértebras lumbares y las vértebras cervicales.
No solo eso: a la larga, si se mantiene una postura incorrecta, podríamos encontrarnos con hernias o malformaciones de la columna (especialmente durante la fase de crecimiento del esqueleto, ¡pero no solo!). En conclusión: Pueden surgir problemas muy serios por no implementar una medida preventiva. Prestar la máxima atención a nuestra columna es el primer paso fundamental para definir una silla como ergonómica.
Apoyabrazos, ruedas, material
Después de haber tratado un punto fundamental como es el del respaldo, pasamos a los accesorios. Por supuesto, hay accesorios y complementos: los reposabrazos, por ejemplo, podrían ser una auténtica panacea para nuestra comodidad, también afectando la postura. Pudiendo elegir, en definitiva, es mejor llevar uno que esté equipado con este soporte en particular. Definitivamente las ruedas son menos imprescindibles, pero la comodidad de tenerlas y no tener que levantarse, ni siquiera en absoluto, para llegar a coger algo que no está a gran distancia, es realmente un plus.
En cuanto al material, podemos darnos un capricho y dar espacio a nuestro sentido estético: piel, ecopiel, tela, varios colores, etc., dependiendo de la decoración del resto de la habitación o de nuestro simple gusto personal. En resumen, el material de nuestra silla ergonómica realmente no está sujeto a ningún consejo «ergonómico».
Esperamos haberte dado algunos consejos y sugerencias útiles para tu razonamiento sobre cómo una silla ergonómica realmente podría cambiar el estado de las cosas en tu «oficina en casa»: trabajar ya es difícil por sí solo, es inútil hacerlo con más ¡esfuerzo!